Quito, 26 de octubre de 2016

Boletín No. 082

Los días 20 y 21 de octubre, el Instituto Ecuatoriano de la Propiedad Intelectual realizó dos talleres dirigidos a la academia y al sector empresarial respectivamente. Los talleres fomentaron el uso de la Propiedad Intelectual como estrategia para la generación de activos intangibles en el campo de la innovación y el emprendimiento, amparándose en los principios del Código Orgánico de la Economía Social de los Conocimientos, la Tecnología y la Innovación.

El conversatorio, que inició con la intervención del abogado Byron Robayo, experto en Propiedad Intelectual, abordó la importancia de vincular a la academia, el sector público e industrial para aprovechar los beneficios que la Propiedad Intelectual ofrece. “Se debe aprovechar la estabilidad que la academia posee para materializar los esfuerzos intelectuales que se desarrollan para posteriormente crear patentes” afirmó Robayo.

Para hacer uso de activos intangibles de forma óptima, es indispensable romper el paradigma que las patentes contienen información secreta a la que no se tiene acceso. En nuestro país, 8 de cada 10 personas piensan que investigar, estudiar y habilitar patentes no está permitido.

“Las patentes no deben verse como un monopolio sino como una base de información sobre la cual se puedan desarrollar nuevas invenciones” expresó Byron Robayo.

La propuesta del Código Ingenios estipula que a fin de fortalecer la capacidad para la trasferencia de tecnología, los trabajos de titulación de las carreras o programas académicos impartidos por las instituciones de educación superior, podrán consistir en la reproducción o en la búsqueda de un uso alternativo a las innovaciones. Con esto se busca promover que los estudiantes puedan materializar sus invenciones y hacer uso comercial de ellas; de esta manera se lograría dinamizar la economía del país.

La reproducción de patentes representa un reto arduo para sus actores, pero tiene por delante mucho potencial, a pesar de los requisitos de infraestructura, conocimiento y mucha constancia, el resultado de reproducir patentes en Ecuador se configurará como una actividad altamente rentable para estudiantes, empresas y las instituciones del estado. “Estas iniciativas son muy útiles para los estudiantes, debido a que nos dan una pauta para encaminar nuestros proyectos.” Afirmo por su parte, Leonardo Cruz, estudiante de último semestre de la carrera de diseño gráfico del Instituto Metropolitano de Diseño, quién se encuentra iniciando un proyecto para la fabricación de prótesis especializadas para animales domésticos.

El taller también contó con la presencia de Sebastián Nader, gerente de economías creativas de SENESCYT quien expuso el programa de “Certificado del Buen Diseño”. El programa se configura a manera de concurso y busca incentivar a diseñadores de todos los campos del país para que lleven sus creaciones al mercado, además permitirá que los creativos protejan sus diseños a través de los derechos de propiedad intelectual que maneja IEPI. El programa será una realidad para enero del 2017.

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