Quito, 26 de octubre de 2018

Boletín No. 18

Según datos de la Organización Mundial de la Salud – OMS existen alrededor de 300 millones de personas con discapacidad visual, de las cuales 39 millones son ciegas y 246 millones presentan baja visión.  En nuestro país constan 53.112 personas con discapacidad en el Registro Nacional de Discapacidad, de las cuales más del 60% se encuentra en edades entre los 18 a 65 años.

Bajo esas premisas hace varios años el Ecuador apoyó en el seno de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) la creación de un Tratado para facilitar el acceso a las obras publicadas a las personas ciegas, con discapacidad visual o con otras dificultades para acceder al texto impreso, que finalmente se concretó el 28 de junio de 2013 en la localidad de Marrakech, Marruecos.

El Ecuador es un estado que garantiza los derechos de sus ciudadanos por ello encamina sus esfuerzos para dignificar la vida de las personas con discapacidad, y que de esta manera cumplan con el ejercicio pleno de sus derechos y el acceso a los mismos consagrados en la Constitución de la República.

En este marco el Presidente Constitucional de la República de Ecuador, Licenciado Lenín Moreno Garcés a través  del Decreto Ejecutivo No. 258 delegó a la autoridad nacional competente en materia de derechos intelectuales, la coordinación e implementación de éste Tratado, misión que el Servicio Nacional de Derechos Intelectuales (SENADI) acoge con la firme intención de que se plasme en la realidad lo que se dispone en los artículos de este Tratado Multilateral.

Con este objetivo el SENADI viene trabajando coordinadamente con las instituciones de la sociedad civil, entidades educativas y públicas, para promover la Red Nacional de Entidades Autorizadas para la Implementación del Tratado de Marrakech; dicha Red desarrollará espacios que contarán con textos accesibles para las personas con discapacidad.

En tanto está Red permitirá que se transformen más textos, que las instituciones no dupliquen su trabajo, que mayor número de bibliotecas cuenten con textos transformados, y que las mismas tengan acceso a obras que ya fueron transformadas en otros países.

Con estas acciones concretas el SENADI cumple con un mandato gubernamental, para beneficiar a las personas con discapacidad que están ávidas de aprender nuevos conocimientos y mejorar sus condiciones de vida a través del aprendizaje.

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