Patentes: redacción y precauciones

Olga Moreno es directora de la División de Patentes del Estudio Jurídico de Jarry IP, en Santiago de Chile. Estudió Biología y se especializó en genética por la Universidad de la Habana, en su país natal, Cuba. Fue examinadora en el área de Biotecnología de la Oficina Cubana de Propiedad Industrial (OCPI). Desde el año 2008 colabora como experta en cursos sobre redacción de patentes para América Latina, en el área de Biotecnología, para la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI).

El Ecuador no le es un país ajeno. Olga asegura haber vivido en la ciudad de Quito durante varios años, donde fue profesora de los Módulos de Invenciones, Modelos de Utilidad, Innovación y Transferencia de Tecnología, de la maestría en Propiedad Intelectual de la Universidad de las Américas, en el año 2011.

En entrevista con Olga Moreno, ella realiza un mapa explicativo sobre patentes y brinda algunos consejos sobre su redacción.

¿Qué es una patente?

Una patente es un título que otorga el Estado para proteger legalmente una creación intelectual en particular, una invención. Una invención no es más que una solución técnica a un problema. Es decir, una creación intelectual que permita resolver un problema técnico. Esta solución técnica debe cumplir requisitos particulares de patentabilidad, que son: novedad mundial, nivel inventivo y aplicación industrial.

El solicitante de la patente por lo general presenta una documentación a la oficina de patentes, que es la autoridad que acepta o rechaza esta solicitud, y la oficina realiza la evaluación correspondiente de este requisito y determina si es suficiente o no para la concesión de la patente.

Una vez que ese título de propiedad se otorga, el solicitante va a tener un derecho exclusivo sobre su invención durante 20 años para el territorio donde se hizo la solicitud del registro. O sea, el derecho de patente tiene esas dos características principales: es territorial y además es limitado en el tiempo.

¿Qué es lo más importante a la hora de redactar la solicitud de patente?

Para tener ese derecho bien acotado en términos legales y que realmente pueda ejercer ese derecho frente a terceros, es importante que el documento de la patente sea muy bien redactado. Una patente mal redactada puede tener el efecto contrario a una protección legal. La patente, como parte de las propias características del sistema de propiedad intelectual, le otorga a usted un derecho exclusivo pero al mismo tiempo tiene que divulgar su invención hasta el punto de que sea reproducible todo lo que está explicando. De manera que el conocimiento tecnológico no se quede encerrado, sino al contrario. El Estado le da a usted un derecho exclusivo pero en tanto usted tiene que revelar en qué consiste el invento para que el conocimiento tecnológico se disemine.

De esa manera, si usted redacta mal una patente, se la van a publicar, y después, si hubiera querido hacerla un poquito mejor, ya al ser parte del estado de la técnica, de lo que está en conocimiento público, no puede volver a obtener patente por eso porque ya perdió novedad. Por lo tanto, una buena redacción de solicitud de patente es muy importante y debe tener un lenguaje muy especializado porque es un documento técnico legal, con palabras legales, pero al final lo que protege son inventos técnicos. Entonces, hay que tener un buen conocimiento del campo técnico en cuestión. Hay que utilizar bien las palabras, las terminologías, hay que hacerlo en un documento que tiene características muy especiales. Hay que dar evidencia de que la invención sí funciona en la práctica. Tiene determinadas características que es importante que los inventores ecuatorianos conozcan para que desarrollen ese tipo de habilidades.

¿Cuál es la importancia de la investigación previa sobre patentes antes de emprender una invención?

Es un punto interesante que los inventores conozcan que existe la información de patentes y que la pueden usar libremente. Son informaciones que están en base de datos gratuitas, que ellos necesitan conocer para evitar duplicación de esfuerzos y recursos, porque a veces los inventores empiezan a investigar algo que hace rato está inventado. Es muy importante que las universidades y los centros de investigación consulten la información de patente y que aprendan todo lo que está en el estado de la técnica, antes de empezar un proyecto, para que busquen específicamente desarrollar nuevos conocimientos que tengan un impacto en la sociedad y que puedan ser después comercializables, porque estén protegidos por patentes.

¿Qué son las reivindicaciones y cuál es su importancia?

Dentro de esa solicitud de patente presentada, cuando se quiere buscar un derecho exclusivo para el título de la patente, hay una serie de documentos que hay que presentarle a la oficina de patente que ella va a considerar (en el caso del Ecuador, el Instituto Ecuatoriano de la Propiedad Intelectual). Dentro de ellos hay un documento que se llama reivindicaciones, que es donde se enmarca el derecho exclusivo. Es decir, si yo quiero proteger un determinado producto, un aparato, un dispositivo, tengo que poner en ese documento qué es lo que yo estoy considerando que es mi invención, dónde están las características que son novedosas. Con esas características conformo mi juego de reivindicaciones y eso es lo que va a evaluar el examinador.

Si está mal redactada, probablemente tenga muchos problemas de claridad, de que no esté muy definida la invención. Si el inventor no sabe extrapolar su desarrollo a un criterio inventivo mucho más amplio, se va a limitar mucho en su alcance y va a tener una patente muy limitada, de manera que un tercero le puede hacer una pequeña modificación a eso que él enmarcó tan estrechamente y puede violar su concepto inventivo general, que podía haberlo desarrollado más ampliamente.

¿Qué precauciones debe tomar un investigador a la hora de optar por una patente?

De manera general, la patente protege por un tiempo determinado al inventor. Con esa protección, el solicitante puede recuperar, si es capaz de explotarla adecuadamente en el campo comercial, su invención, y puede reinvertir en nuevas investigaciones. Lo que pasa muchas veces es que se patenta y después no se explota comercialmente lo que se tiene patentado y eso es un error. Al final, en vez de recuperar la inversión, sigues gastando.

Como la patente es territorial, el registro debe hacerse en tantos países uno quiera después tener ese derecho exclusivo, por tanto es altamente costoso. Y si no se explota comercialmente, en vez de ser un beneficio será un gasto adicional. La patente tiene que ir acompañada de una estrategia comercial, para explotar apropiadamente la invención, ya sea por vías propias, licenciando o vendiendo. Una patente por tener una patente no tiene sentido porque no significa nada beneficioso después.

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