Quito, 26 de Abril de 2016

Boletín de Prensa Nro. 044

Cada año, desde 1970, en todo el mundo se conmemora el 26 de abril como una oportunidad para dar conocer la importancia de los derechos de la propiedad intelectual en el fomento a las expresiones artísticas, la innovación y la creatividad.

“Creatividad digital: reinventar la cultura” es la temática propuesta por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) para este año, que tiene como objetivo examinar el futuro de la cultura en la era digital. En este nuevo contexto, donde las nuevas tecnologías demandan también la protección a los derechos de los creadores, se desarrollan varias actividades a propósito de la fecha conmemorativa en todo el mundo para analizar la manera en que un sistema flexible de propiedad intelectual contribuye a velar por quienes constituyen las industrias creativas, fomentando de esta forma al intelecto humano.

El mundo tiene una nueva forma de ver la cultura, la forma de crearla, de acceder a ella y también como financiarla; lo que para la propiedad intelectual no deja de ser un desafío. La era digital permite cada vez rebasar fronteras, y colocan un mundo de colaboración intercultural al alcance de la mano de los artistas y creadores, acelerando las nuevas formas de imaginación.

¿Qué es la propiedad intelectual?

La propiedad intelectual se relaciona con las creaciones de la mente: invenciones, obras literarias y artísticas, así como símbolos, nombres e imágenes utilizados en el comercio. Otorga al autor, creador e inventor el derecho de ser reconocido como titular de su creación o invento y por consiguiente beneficiarse de tal protección. Al equilibrar el interés de los innovadores y el interés público, el sistema de propiedad intelectual procura fomentar un entorno propicio para que prosperen la creatividad y la innovación.

Los derechos de propiedad intelectual se asemejan a cualquier otro derecho humano, que contempla el derecho a beneficiarse de la protección de los intereses morales y materiales resultantes de la autoría de las producciones científicas, literarias o artísticas. Es por esta razón, que promover un sistema de propiedad intelectual eficaz y equitativo puede contribuir a que todos los países exploten el potencial de la propiedad intelectual como catalizador de desarrollo económico y de bienestar social y cultural.

La creatividad digital en Ecuador.

Los Estados son los responsables de garantizar una legislación que permita precautelar este bien común. En Ecuador, el Instituto Ecuatoriano de la Propiedad Intelectual (IEPI) es el organismo encargado de proteger, fomentar, divulgar estos derechos desde sus tres modalidades: Propiedad Industrial; Derechos de Autor y Derechos Conexos; y, las Obtenciones Vegetales y Conocimientos Tradicionales.

La propiedad industrial, abarca las patentes de invención, modelos de utilidad, marcas y signos distintivos, diseños industriales e indicaciones geográficas. Los derechos de autor y derechos conexos, protegen los derechos de los creadores de las obras, sean estas literarias o artísticas. Y, las Obtenciones Vegetales que confiere a la persona que ha creado, o descubierto y desarrollado una variedad vegetal, así como la biodiversidad y los conocimientos tradicionales.

En nuestro país, la creatividad digital también está dando pasos agigantados que demuestran el fomento a la innovación y la cultura. Juan Carlos Sevillano, es un impulsor del uso de software libre, herramienta que le ha permitido incursionar en la industria de la animación. Actualmente, este creativo oriundo de Quevedo junto a un grupo de estudiantes del Instituto Metropolitano de Diseño se encuentra trabajando en un ambicioso proyecto que pretende convertirse en un transmedia de corte mundial.

Capac Ñan, el misterio del Camino del Inca, es una historia de ficción – infantil contextualizada en los tiempos del Imperio Inca que ha sido producida con Blender, un software libre de animación tridimensional. Además de este primer largometraje ecuatoriano en 3D, el proyecto se consolida con la producción de un video juego, realidad aumentada, realidad virtual, impresiones en 3D, y más adelante se planea convertirse en una web serie. Para Sevillano, implementar programas libres en la educación tiene múltiples beneficios como el de “apropiarnos del conocimiento” y “compartirlo con libertad”.

Asimismo, Diego Saavedra, docente de la Unidad Educativa Antonio Peña Celi de Loja, ha llevado a sus alumnos de entre 8 y 11 años a programar videojuegos con software libre. Esta iniciativa se ve cristalizada en su proyecto denominado Aprendizaje Libre, que describe: “Enseñar a programar es enseñar a pensar”. Este emprendimiento enseña programación a niños a través de herramientas de software libre, para desarrollar destrezas digitales cada vez más necesarias en la era de la información.

Este emprendedor ecuatoriano además diseñó, junto a otros programadores que incluía a sus alumnos de 11 y 12 años, el sitio web www.desastre.ec desarrollado con la herramienta OpenStreetMaps (código abierto) que permite a los ciudadanos reportar sus necesidades, incidentes o emergencias en las zonas afectadas por el sismo suscitado en nuestro país el pasado 16 de abril. Esta plataforma es benéfica para toda la población, no solo de Ecuador sino a nivel mundial, según explica Saavedra.

Estos casos de éxito, permiten conocer a los ecuatorianos que en el país se están desarrollando proyectos que contribuyan a la reinvención de la cultura mundial a través de la creatividad digital. Los proyectos cuentan con registros nacionales para brindar una protección adecuada a los derechos de la propiedad intelectual, y que de esta forma el país llegue a la economía social de los recursos infinitos, donde el elemento fundamental es el conocimiento.

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