Quito 05 de mayo de 2016

Nota de Prensa Nro. 022

Francesco Maniglio, experto investigador de CIESPAL, planteó la transición de una economía primaria de recursos finitos hacia una economía de recursos infinitos, en donde el conocimiento constituirá el motor del desarrollo. Para lograrlo es necesario contar con instrumentos que faciliten esa transición como el Código Ingenios, que es objeto de debate en la Asamblea Nacional.

Ante aproximadamente 40 personas dio inicio la conferencia «Desde el Capitalismo Cognitivo hacia la Economía Social del Conocimiento«, en el marco del seminario permanente José Marques de Melo, efectuada en el Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación para América Latina (CIESPAL) el pasado 3 de mayo. Javier Moreno, Director de Investigación de CIESPAL, dio la bienvenida a los asistentes y realizó una definición a manera de introducción sobre qué es el Capitalismo Cognitivo. En su intervención  explicó que el Capitalismo Cognitivo es un proceso mediante el cual el conocimiento es privatizado y mercantilizado, con el fin de generar ganancias.

«Este proceso inicio a finales del siglo XX e inicios de siglo XXI y apuesta a enriquecer un economía política del conocimiento con las acotaciones teóricas del Capitalismo Cognitivo ampliando su objeto de estudio hacia la condición industrial de las mentes y los cuerpos en el trabajo humano;  el programa estratégico del conocimiento y los sistemas de reproducción socio-cultural», señaló Moreno.

Acotó que “la Economía Social del Conocimiento” es un proceso capaz de comprender en su totalidad la hegemonía de la producción inmaterial que cualitativamente está trasformando la economía, las formas de vida y desde luego la propia comunicación y la cultura. Esta busca alternativas para que ese conocimiento genere modelos de desarrollo y cambios en las matrices productivas para transformar la economía de un país. «

Francesco Maniglio, investigador asociado al Grupo Interdisciplinar de Estudios en Comunicación, Política y Cambio Social (COMPOLITICAS) de la Universidad de Sevilla e investigador de CIESPAL por el Proyecto Prometeo de la Secretaria de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (SENESCYT) de EcuadorManiglio habló de «un cambio a nivel productivo dentro de la economía social del conocimiento es un proceso bastante largo que puede implicar hasta décadas. Muchas veces el Capitalismo Cognitivo y Economía Social del Conocimiento se ven contrapuestos en dos bloques hegemónicos: uno de políticas neoliberales y otro bloque que intenta reducir la privatización de los conocimientos».

El experto declaró que las políticas adoptadas por Ecuador desde el 2008 en cuanto a ciencia,  tecnología y educación responden a una situación geopolítica que busca el desarrollo. Antes del 2008, Ecuador era el último país en Latinoamérica con publicaciones académicas. Además era el penúltimo país en América Latina con la más baja inversión en educación, ciencia y tecnología. En los últimos años la apuesta en estos campos ha crecido en todos los niveles en el país con una gran inversión en educación básica y superior, apoyo a la investigación y crecimiento sustancial de la tecnología propia.

Estas políticas si bien han mejorado no van a transformar automáticamente el panorama. El pasar de un país exportador de materias primas a un país creador de conocimiento no es un cambio de pocos años. Sin embargo, Maniglio resaltó la importancia de la transformación que se da a nivel de educación, ciencia y tecnología como base para crear una sociedad más justa.

«Los cambios generados se defienden con un instrumento revolucionario: el Código Ingenios. Es revolucionario, porque no solo sirve para incrementar la difusión, circulación y aplicación del conocimiento, sino también para regular la explotación cognoscitiva de la propiedad intelectual por parte de todos sus actores. El Código no es un punto de llegada es un punto de partida desde donde se empujan políticas públicas que lleven adelante la reducción de la desigualdad». Maniglio resaltó la regulación de la política de patentes en su función social. Para el académico esta política debe ser asistida por los países de la región para evitar la fuga de conocimientos y de talentos.

Maniglio finalizó su intervención con la convicción de que el Código Ingenios se extienda a la región con la finalidad de evitar la privatización de los sectores en donde se producen conocimiento como las universidades y los centros de investigación. «De eso depende el desafío de Ecuador y la región -no solo con un cambio de matriz productiva- sino como un proceso para reducir las desigualdades sociales».       

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#CódigoINGENIOS #PropiedadIntelectual  #CIESPAL  #IEPIAporta
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Capitalismo Cognitivo, propiedad intelectual y creación colectiva, en Traficantes Net
Código Ingenios, en Flacso