Bancos de germoplasma, parte del patrimonio nacional

El Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIAP), dentro de su ámbito de acción, desarrolla estudios para el mejoramiento de variedades vegetales y animales. Los materiales vegetales obtenidos son multiplicados y almacenados en los bancos de germoplasma que la institución tiene.

El banco de germoplasma, según explica César Tapia, coordinador científico del INIAP, ingeniero agrónomo quien ha trabajado más de 20 años recolectando semillas, es un lugar en el que se almacenan las semillas de las variedades de las plantas más resistentes, productivas y aptas para el consumo humano creadas por los científicos del INIAP. “Un banco de germoplasma es un sitio donde se tiene la representatividad de la agro biodiversidad de nuestro país. Por ejemplo, en papas, que son morfotipos, lo que se hace es formar una colección con la diversidad que existe de papas a nivel de toda la sierra del Ecuador. Es así, por ejemplo, que nosotros tenemos 500 tipos de papas y el conjunto de estas colecciones es a lo que se denomina un banco de germoplasma”.

Tapia explica que su trabajo consiste en analizar y descubrir cuáles son las especies de plantas más fuertes y con mejores características para la producción y el consumo. Variedades que después son almacenadas en los bancos de germoplasma ya sean naturales, como un campo sembrado, o creados, como un laboratorio para su posterior distribución para la reactivación de programas de agricultura alrededor del país. “De acuerdo al tipo de reproducción que tienen las especies puede darse en campo, in vitro o en cámaras refrigeradas.

Un banco de germoplasma debe ser visto como un patrimonio de la humanidad y como patrimonio nacional. La importancia del banco es que puede mantener esos materiales en condiciones ex situ para que no se pierdan y luego nuevamente restituirlos a las comunidades o utilizarlos en programas de mejora para aumentar rendimientos, para resistencia de enfermedades, etc.”.

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