El legado que deja el Profesor Carlos Fernández-Nóvoa al mundo jurídico, ahora se proyecta en Latinoamérica
Quito, 4 de noviembre de 2015
Reportaje No. 001
El pasado 30 de octubre de 2015, se cumplió un mes del deceso del catedrático español Carlos Fernández-Nóvoa, considerado uno de los mayores expertos de la Propiedad Industrial e Intelectual, cuyos textos constituyen un referente para la academia, así como para el ejercicio de la profesión y las oficinas de marcas y patentes en Iberoamérica. El Instituto Ecuatoriano de la Propiedad Intelectual conversó con profesionales del mundo jurídico, quienes conocieron su destacada carrera.
Durante su trayectoria obtuvo cargos importantes, como: Académico de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación (desde el 2012); Catedrático emérito de Derecho Mercantil por la Universidad de Vigo; Presidente de honor del Máster de Propiedad Industrial e Intelectual de la Universidad Rey Juan Carlos y la Fundación PONS; Asesor de la firma PONS Patentes y Marcas Internacional; entre otros numerosos nombramientos que reconocían su amplia trayectoria profesional. Además, fue merecedor de varias distinciones, entre ellas: Doctor Honoris Causa por la Universidad de Alcalá de Henares; premio Montero Ríos de Investigación Social; la creación de la Cátedra de Innovación y Propiedad Industrial “Carlos Fernández-Nóvoa”; Medalla Castelao 2015 en la Universidad Santiago de Compostela, otorgada por la Xunta de Galicia; entre otros.
Asimismo, fue autor de numerosos estudios y textos referentes en el mundo del Derecho Mercantil, entre los más destacados constan: Fundamentos de Derecho de Marcas (1984), Tratado sobre Derecho de Marcas (1994), Jurisprudencia comunitaria sobre Marcas (2009), Manual de la Propiedad Industrial (2009). Su actividad profesional y académica intelectual fue fructífera durante toda su vida.
Respetado y admirado por muchos, el Profesor Fernández-Nóvoa deja un gran legado al mundo de la propiedad industrial e intelectual y a quienes tuvieron la fortuna de ser sus discípulos. Luego de conocerse sobre su fallecimiento las palabras de condolencias a la irreparable pérdida se manifestaron en las redes sociales. La Fundación PONS reseñó: “Muy triste el día con el fallecimiento de Carlos Fernández-Nóvoa, gran amigo y una enorme pérdida para la #IP”. Asimismo, algunos de sus ex alumnos expresaron notas de condolencia, entre ellos el catedrático y escritor José Manuel Otero Lastres, quien en su blog ‘Puentes de Palabras’ homenajeó a quien fue su profesor universitario en una nota titulada “Cuando un Maestro se va queda un espacio vacío”.
La publicación dedicada a quien llama “mi Maestro”, hace referencia a la canción de Alberto Cortez para darle un nombre a su pesar luego de conocer sobre su deceso: “Permítanme que titule este Post parafraseando la preciosa canción de Alberto Cortez para poder expresar lo que siento pocas horas después de que me hayan comunicado el fallecimiento de mi Maestro universitario, el Profesor Carlos Fernández-Nóvoa”.
Fernández-Nóvoa fue profesor de importantes catedráticos y expertos del Derecho Mercantil de la universidad española. La escuela de Derecho Industrial de Santiago de Compostela tiene sus comienzos en 1966, pero finalmente se consolida en 1974 con la publicación del primer número de la Revista Actas de Derecho Industrial que viene apareciendo anualmente de manera ininterrumpida. Desde entonces, Fernández-Nóvoa formó principalmente a cinco discípulos y ahora catedráticos de universidad: José Antonio Gómez Segade, José Manuel Otero Lastres, Carlos Lema Devesa, Manuel Botana Agra y Manuel Areán Lalín, quienes a su vez van formando a sus propios alumnos, permitiendo que la escuela se extienda y actualmente sea muy numerosa.
En una entrevista concedida por Otero Lastres al IEPI, se detallan experiencias que permiten conocer más sobre las contribuciones y trayectoria del Profesor Fernández-Nóvoa. José Manuel Otero Lastres, además de ser Catedrático en Derecho Mercantil y Abogado especialista en Propiedad Industrial, también es escritor. Actividad que, según menciona, adeuda a su Maestro Fernández-Nóvoa “por el amor que le hizo sentir por la lengua española”. Con una sonrisa, recuerda aquella corrección que el Profesor le hizo al texto que describía el tema de su tesis doctoral: “…me invitó a que cogiera el DRAE y comprobara si figuraba en él la palabra ‘constatar’”, comenta.
El discipulado de Fernández-Nóvoa ha elevado a un nivel científico importante la Propiedad Industrial, configurada en una nueva escuela española derivada principalmente de las doctrinas alemana, italiana y francesa. Otero Lastres menciona que gracias a su magisterio, los catedráticos han conseguido convertir los aportes de la Propiedad Industrial en algo muy leído en lengua española y con miras hacia Latinoamérica.
Otero Lastres recuerda que a la edad de 21 años (1969), fue invitado por quien sería su mentor a ser parte del departamento de Cátedra de Derecho Mercantil en Santiago de Compostela: “Inicié de su mano mi formación en una carrera bastante extensa”, puntualiza. Asimismo, un aspecto que considera relevante y destaca de su Maestro, además de su entrega a la docencia, es su lado humilde y desinteresado: “Sin pedir nada a cambio”, es como describe a una enseñanza muy generosa. “Me ayudó a estructurar mi pensamiento jurídico, y aprendí el método de la investigación”, que asegura fueron aportes que lo formaron como Catedrático y que pretende trasladar también a sus discípulos.
“Es una gran pérdida para la Propiedad Industrial” continúa, haciendo hincapié en el arduo trabajo de Fernández-Nóvoa durante toda su vida y que significó un referente de un antes y un después de la Propiedad Industrial. Pues, gracias a él, actualmente en cualquier manual de Derecho Mercantil se puede encontrar una parte muy importante dedicada a la Propiedad Industrial, que hace cerca de 47 años no existía. La enorme labor que desarrolló el Profesor junto a sus discípulos, a través de su escuela, va dotando de categoría científica a la Propiedad Industrial y a la Competencia Desleal que empiezan a incorporarse paulatinamente a los programas de la asignatura general del moderno Derecho Mercantil. Esta descripción es la razón por la cual, Otero Lastres alega constituye a su Maestro como un referente científico en esta disciplina, que además considera su principal legado.
En cuanto al legado que Fernández-Nóvoa otorga a España, Otero Lastres comenta que antes de sus aportes el Derecho español era “absolutamente irrelevante”. Pues, hace referencia a que desde la aparición del Profesor en el mundo jurídico “la doctrina española de la Propiedad Industrial se sitúa entre las más peligrosas de Europa”. Agrega que las Actas de Derecho Industrial, las monografías y el Manual de la Propiedad Industrial son referentes en el continente. Entre las últimas contribuciones del Profesor, está la tercera edición del único Manual de la Propiedad Industrial de España, de casi 900 páginas, que venía trabajando junto a sus discípulos José Manuel Otero Lastres y Manuel Botana Agra. La obra es considerada la publicación más importante sobre la materia, en el ámbito iberoamericano. A pesar de que la edición se encontraba en curso, Otero Lastres argumenta que su Maestro ha ido dejando un trabajo completo e ingente, de varios años.
Una de las experiencias más significativa para Otero Lastres, es haber sido parte de la entrega de la distinción Honoris Causa a Fernández-Nóvoa, a lo que refiere: “Yo me siento profundamente agradecido a mi Maestro, el Profesor Fernández-Nóvoa. Y, como él era una persona muy humilde y jamás pediría nada para sí, yo, viendo que se daban doctorados Honoris Causa a personas con méritos iguales o inferiores, me pareció de justicia proponerlo para que mi Universidad, la de Alcalá de Henares, le otorgara tal distinción”.
Sus discípulos continúan con sus proyectos, como es el caso de Otero Lastres, quien actualmente guía la tesis doctoral de Hernán Núñez Rocha, Director Ejecutivo del IEPI, en la Universidad de Alcalá de Henares. Otero Lastres destaca el reciente nombramiento de su alumno en la entidad como “clave” para el giro de la Propiedad Industrial en el Ecuador, gracias a su visión y formación académica. “El Maestro fue una gran vertiente y están creciendo plantas fuertes por todos lados, entre ellas, una está en Ecuador con Hernán Núñez”, resalta.
En América Latina el legado de Fernández-Nóvoa va tomando un lugar importante con el modelo de su escuela, pues el Manual de la Propiedad Industrial en lengua española actualmente recorre por toda la región. “Sus contribuciones son citadas reiteradamente por la doctrina y la jurisprudencia de los distintos países latinoamericanos”, asegura Otero Lastres, y agrega que es otro de los grandes méritos que acreditan la altura de su Maestro.
La partida de un gran catedrático y experto del mundo jurídico de la talla de Fernández-Nóvoa, también es una pérdida lamentable para los abogados de América Latina. Sin embargo, y a pesar de la tristeza que invade a Otero Lastres, enfatiza en que a su dolor se aúna el sentimiento de justicia al conocer que los profesionales latinoamericanos conocen y toman como referencia al destacado Profesor. “En este mundo en el que no se regala nada, él se ganó el aprecio intelectual y académico de la comunidad jurídica” agrega.
Por su parte, el Director Ejecutivo del IEPI describe su paso por la academia de los máximos referentes de la Propiedad Industrial e Intelectual como un redescubrimiento de la materia desde la investigación, a lo que añade: “El método jurídico – científico que he desarrollado con la guía y enseñanza de la escuela de Santiago de Compostela, a través del Profesor Otero Lastres, cambió por completo mi concepción sobre el Derecho”.
Núñez Rocha es uno de los afortunados que tuvo la oportunidad de conocer personalmente al fenecido Profesor, gracias a la invitación que le realizó Otero Lastres para ser parte de la audiencia en una defensa de tesis doctoral de la que Fernández-Nóvoa fue Presidente del tribunal evaluador. Empero, la experiencia que atribuye como la más gratificante fue presenciar el otorgamiento de la distinción Honoris Causa a Fernández-Nóvoa, donde además pudo conversar con él. “Ya conocía y admiraba su obra, pero sin duda, fue un honor conocer personalmente al Maestro que está detrás de toda esa bibliografía”, puntualiza.
Como parte de la generosidad que atribuye a su calidad humana, Fernández Nóvoa solía donar obras de su autoría a la Universidad para seguir contribuyendo al mundo jurídico; y, en esta ocasión, le obsequió al actual Director Ejecutivo del IEPI algunos libros de su biblioteca personal, mismos que actualmente conserva y atesora junto al texto del Manual de la Propiedad Industrial. De la grata experiencia de poder conversar con el Maestro, Núñez Rocha también destaca uno de los grandes atributos que lo constituyeron como una persona respetable y admirada: “Lo que más me sorprendió del Profesor es que además de su conocimiento, educación e inteligencia, poseía una simpatía característica”.
Etiquetas: Carlos Fernández-Nóvoa
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