Hoy, 5 de noviembre, se celebra el Día del Artesano Ecuatoriano, un elemento importante en la sociedad que conserva las tradiciones e historia del país. Justamente el Instituto Ecuatoriano de la Propiedad Intelectual (IEPI) trabaja con este grupo de la comunidad por medio de herramientas como las Conocimientos Tradicionales, Denominación de Origen o Marcas Colectivas para proteger sus trabajos.

“El sistema de Propiedad Intelectual es una muy buena herramienta para ayudar a los artesanos a conservar su arte, su capacidad, y enseñarles a usar las herramientas de propiedad intelectual para vivir de su trabajo. Ello no solo con el tema de Conocimientos Tradicionales y Obtenciones Vegetales. Tanto el sistema de Marcas Colectivas y de Derecho de Autor son muy importantes para que puedan proteger sus obras”, explica Lilián Carrera, directora nacional de Obtenciones Vegetales.

Precisamente una de las competencias de la Dirección de Obtenciones Vegetales está la protección de conocimientos tradicionales, además de la promoción y difusión de Denominaciones de Origen. “Estos dos últimos puntos nos ha permitido al IEPI como institución conocer el trabajo de los artesanos en el Ecuador”, indica Carrera.

Las artesanías en Ecuador y en América Latina reflejan parte de la cultura, idiosincrasia, costumbres y una serie de ideas y pensamientos que pertenecen las comunidades y a las tradiciones del pueblo en general. “Es necesario regresar a verlas y darles el valor que deben tener”, subraya.

Diferencia entre artesanías y manufacturas
En los centros artesanales se pueden encontrar tanto artesanías como trabajos de manufacturas, y pueden ser confundidos. Los segundos, por lo general, tienen precios accesibles “pero no tienen relación alguna con los primeros”. El precio de las artesanías, que algunas veces puede ser elevado, “corresponde no solo a la riqueza cultural que lleva esa obra, sino a la creatividad, al tiempo que ha invertido el artesano”.

Un ejemplo de artesanías en Ecuador es San Antonio de Ibarra, donde se encuentra un sinnúmero de muebles  y esculturas hechas en madera. Éstas reflejan mucho el tema religioso y las tradiciones familiares, como los quehaceres domésticos. Es ahí donde se encuentra la diferencia de un precio de una manufactura en cualquier mercado a una artesanía como tal.

Otro caso claro de artesanías ecuatorianas es el Sombrero de Montecristi (una de las dos denominaciones de origen de Ecuador) y el de los tejedores y tejedoras de paja toquilla a nivel nacional. “Podemos creer que es un tema sencillo, pero están reflejando y conservando historia (…) Así como el sistema de Derecho de Autor indica que el artista debe vivir de su obra, el artesano debe vivir precisamente del tiempo que le dedica a elaborar sus trabajos”, resalta Carrera.

A más de la riqueza cultural que contiene una artesanía, reflexiona, “de alguna manera ésta detiene un poco el tiempo pues permite que, en medio de la globalización- no se pierdan las tradiciones: al recordar quiénes somos, cómo somos y por qué”.

Fotoreportaje: El Sombrero de Montecristi https://www.flickr.com/photos/iepi_ec/sets/72157648893427542/