“Los proletarios no tienen nada que perder excepto las cadenas”

Nota de prensa Nro. 008

Quito, 22 de febrero 2017

El 21 de febrero de 1848 se publica en Londres ‘El manifiesto comunista’ de Karl Marx y Friedrich Engels; los dirigentes del proletariado mundial escribieron esta importante obra que sienta las bases del pensamiento comunistas a través de una explicación propia de la evolución de la humanidad.

Cuando estudiamos historia repasamos momentos trascendentales que marcan sociedades, épocas y lugares; 1848 es uno de los años que merecen una remembranza, porque sus días gestaron la conjugación de nuevas ideas. A mediados del siglo XVIII el capitalismo industrial comenzó a desarrollarse en Europa Occidental y para la segunda mitad del siglo XIX se había manifestado completamente, desarrollando a su vez un nuevo modo de producción deshumanizado. “El Manifiesto Comunista” hace un análisis histórico de los modos de producción y en ese sentido, argumenta la diferencia en cada una de las etapas históricas.

En esta obra Marx y Engels hacen una investigación económica, histórica y filosófica. Esta importante obra puntualiza los roles dentro de los modos de producción; la división coloca a los capitalista como personajes que han tenido un rol revolucionario en la historia, porque ha modificado la base económica, ha logrado enormes inventos y tecnologías, ha podido expandirse por el mundo entero, etc. A pesar de ello, la diferencia de clases sociales profundiza la explotación generando una nueva estructura vertical y poco justa.

Así, el Manifiesto se presenta como un texto fruto de las condiciones coyunturales de esos días, en el que se propone una serie de medidas para lograr los cambios y representar en todo momento los intereses del proletariado en su conjunto. Carl Marx no ejerció una gran influencia en vida, fue después de su muerte cuando su pensamiento comenzó a destacar dentro del movimiento obrero.

Fuera del aporte económico y político de esta obra, se puede distinguir su sentido filosófico que se presenta a manera de llamamiento. La formación del colectivo por la búsqueda de la emancipación es la propuesta. Estos teóricos se encargan de hacer que el ser humano reconozca su trayectoria histórica y rompa con prácticas que parecen estar dadas por leyes naturales; es justo esta premisa la que se puede identificar como vigente. Actualmente, las formas de opresión se manifiestan de diferente manera, la opresión dada desde la sobre información o sobre idealización de premisas sociales son las nuevas maneras de opresión sobre las cuales se debe poner resistencia.


 

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