Como parte del trabajo desarrollado por el IEPI en defensa de los derechos de autor de los artistas cinematográficos ecuatorianos, en 2010 la institución inició un proceso de regularización mediante el cual se pretendía mediar entre los creadores de cine nacional y los vendedores informales de material audiovisual en el país.
Para el proceso, los comerciantes se asociaron y surgieron, entonces, la Asociación Ecuatoriana de Comerciantes y Distribuidores de Productos Audiovisuales y Auxilios Mutuos (ASECOPAC), y la Asociación de Comerciantes de Audio, Video y Conexos de Pichincha (ASAVIP). Estas organizaciones se encargaron de negociar las licencias de reproducción con las productoras cinematográficas nacionales para lograr que los locales informales comercialicen películas legales.
Como resultado, para inicios del año 2014, alrededor de 50 mil locales comerciales formaban parte de la iniciativa que ha tenido resultados exitosos. Para julio del mismo año se ha logrado erradicar casi por completo la venta de películas nacionales ilegales y se han adquirido licencias de producciones internacionales.
Desde hace tres meses, Oscar Caiza y su esposa, propietarios de un pequeño local de venta de materiales audiovisuales, se sumaron a este ambicioso proyecto liderado por el IEPI. Según cuentan, en el mes de abril, Vinicio León, representante de ASAVIP les entregó la percha especial, auspiciada por el IEPI como parte de la campaña No agredas a tu propia industria, para la exhibición y venta de las producciones cinematográficas nacionales en todo el país. Su negocio, denominado Chino Video, está ubicado en la Av. Shyris y Portugal y constituye la fuente de ingresos fijos para toda su familia.
Emma asegura que la nueva percha ha beneficiado su negocio. “Desde siempre hemos vendido películas nacionales, pero ahora a los clientes les gusta la presentación en la que se muestra el producto nacional y cada vez lo compran más”. Al respecto, solo tiene una observación “sería bueno que ganemos un poco más, nosotros compramos a USD 4,00 y vendemos a USD 5,00, sería bueno que nos vendan en USD 3,50” dice, debido a que si bien la presentación de las perchas ha aumentado su clientela, todavía tienen una baja rentabilidad.
Desde el otro lado, Kevin Cabezas, cliente de películas nacionales, comenta que está de acuerdo con el proyecto del IEPI. “No sé si por cultura o por ahorrar dinero, pero la gente se acostumbró a comprar películas piratas. Es importante que ahora estén al alcance de todos películas originales con precios bajos porque así, como dicen los economistas, es un proyecto ganar-ganar porque ganan los que producen, ganan los que venden y ganamos los que compramos porque adquirimos un producto de calidad, legal y así apoyamos al talento nacional”.
Mientras que, Marcela Torres, también clienta del local, comenta: “es bueno que las películas nacionales estén en una percha distinta para que sean más visibles, porque, si no, la gente no compra muchas (películas nacionales)”. Respecto al precio Torres considera que es asequible para todos. “Antes se pensaba que las películas nacionales eran muy caras y por eso nadie compraba, pero ahora cuestan casi lo mismo, entonces bastante gente las compra y ahora ya hablan sobre las películas ecuatorianas”.